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DE LAS TABLAS AL BARRIO 

UN ACONTECIMIENTO EXTRAORDINARIO

Cada día trae consigo nuevas oportunidades, esta es una frase que he escuchado mucho y que me repito a diario, y más con la realización de este encuentro. Fueron muchas las batallas que tuvimos que librar,  y al comienzo fue difícil, no encontrábamos la salida a  la falta de cooperación por parte de los “dirigentes” del salón comunal de nuestro barrio, ya teníamos todo planeado cuando recibimos un NO como respuesta, por fortuna no hubo tiempo para colapsar, lo contrario, esto nos abrió  la  visión de un encuentro que como su nombre lo dice es de LAS TABLAS AL BARRIO, esto quiere decir : posicionar  las calles   como escenarios culturales.

Así fue como nos tomamos la cuadra por cuatro días consecutivos, luchando contra la música de los vecinos quienes le subían al volumen de sus equipos cada que había función, o el cruce de vehículos, bici taxis, entre otros a quienes les era difícil detener su rutina para ver un poco de teatro. Pero todo esto se fue transformando gracias a la colaboración de la comunidad que ve en este proyecto una apuesta por la paz.

Empezamos un poco tímidos el 7 de velitas, poniendo el sonido, montando las carpas, extendiendo la alfombra para los artistas que estaban por llegar y montando la olla para ir preparando el Aguapanelazo. De repente todo se empezó a poner diferente, de pronto las personas esbozaron una sonrisa o nos trajeron una panela para echar a la olla. Dejaron la timidez y sacaron sus sillas preparándose para la función.

Día tras día se veía mucho más el compromiso de la gente, que, sin importar la lluvia, el cansancio o la olla en la estufa, salía de sus casas para la gran función.

Ni hablar de los talleres, nos quedó pequeña la casa, niños golpeando en la puerta cada 5 minutos ¿ya va a empezar el taller?, ¿a qué hora es el taller?, ¿y mañana también hay yoga? ¿puedo traer un amigo?, entre otras preguntas que nos daban a entender que íbamos por buen camino.

Este festival logró acontecimientos mágicos, pequeños y grandes compartiendo en una misma mesa, cooperación entre unos y otros, escucha, pensamientos de ayuda, risas, amistad, momentos para reflexionar sobre esa palabra tan corta y compleja a la vez “PAZ”, y sin darnos cuenta, en cuatro días seguimos sembrando semillas de cambio, personas que un día tomaran nuestro lugar, liderado y dándole fuerza a nuestra frase: la esperanza de pensar un mundo mejor.

Gracias, mil gracias por sus palabras de aliento, por hacer que esto valga la pena, por enseñarnos que no hay problemas sino dificultades que tienen solución, por mostrarnos que en común-unidad todo se hace más sencillo, y como dice mi hermanita Luz Aida si es divertido… es bueno. MÓNICA MARCELA ESPITIA BERNAL

Para el año 2020 se realiza la VI versión del encuentro 

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